lunes, 4 de julio de 2016

¿ SE PUEDEN DETECTAR ENFERMEDADES MEDIANTE EL ANÁLISIS DE NUESTROS GASES ¿

¿ SE PUEDEN DETECTAR ENFERMEDADES MEDIANTE EL ANÁLISIS DE NUESTROS GASES ?
Puede parecer asqueroso, pero tiene muchísimo sentido y lo hacemos de manera habitual sin querer.

Los excrementos del ser humano , y de todas las especies , pueden darnos mucha información sobre nuestra salud.

Un grupo de investigadores australianos ha encontrado la manera de diagnosticar enfermedades gracias a los gases del interior del cuerpo humano , nuestro cuerpo.

Nuestros estómagos e intestinos están llenos de microorganismos que producen gases como producto de su metabolismo .

No existe un solo tipo de bacterias que produzca un tipo de gas determinado y cada familia genera distintos subproductos.

las bacterias arqueas metanogénicas producen , como su mismo nombre indica , metano , mientras que las reductoras del sulfato producen sulfuro de hidrógeno, famoso por su pestilente olor a huevo podre.

Según un trabajo publicado en la revista Trends in Biotechnology, el aire que se produce en nuestros intestinos puede funcionar como un biomarcador que desvele la salud de nuestro aparato digestivo.

Según los expertos del Instituto Real de Tecnología (RMIT) y el Hospital Alfred, ambos en Melbourne (Australia),  los gases que se producen en nuestras tripas pueden contribuir a la aparición de enfermedades gastrointestinales, como el síndrome del intestino irritable, la enfermedad inflamatoria intestinal y el cáncer de colon.

Bien, pero… ¿cómo lograr medir la cantidad y la composición del gas de nuestro interior?  los científicos proponen dos tipos de sensores distintos: sistemas de fermentación in vitro y dispositivos electrónicos con forma de píldora.

Ambos métodos son , según los investigadores, una manera económica de comprender el impacto de las flatulencias en la salud humana, y facilitar el desarrollo de nuevas terapias.

Los sistemas de fermentación in vitro requieren obtener muestras de heces y realizar cultivos de ellas en un ambiente húmedo libre de oxígeno, similar al del tracto gastrointestinal.

El gas generado en la reacción se recoge a partir de los cultivos y se analiza cuantitativamente para separar los diferentes tipos.

Por su lado, los sensores de gas en cápsulas, una vez tragados, permiten obtener muestras de gases mientras se encuentran dentro del intestino.

Las píldoras disponen de una carcasa que las protege de los líquidos estomacales e intestinales pero con membrana permeable a los gases, un sensor de gas, un microprocesador y transmisor inhalámbrico para transferir los datos, así como una pequeña batería.


Como apunta Kourosh Kalantar-Zadeh, autor principal del trabajo y profesor en el Instituto Real de Tecnología, "debido a que ambas técnicas no son invasivas, pueden ser de gran interés para la industria médica y los sectores de salud pública, lo que facilitaría la formulación de metodologías para el diagnóstico y nuevas terapias basadas en la dieta o en fármacos”.

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